Como cada jueves trataré de ir regularizando mis post y así incluir material de opinión de las cosas que uno llega a mirar en la vida cotidiana.
Hace un par de día tuve la tiempo para platicar con un joven sobre como llevaba su vida familiar y eso. Dentro de toda la conversación algo que llamó mi atención fue el trato que tiene con su hermano menor, chavo de secundaria, en la mera edad de la punzada etc. Es del tipo "no me des consejos de algo porque a ti te falta esto".
Muchas veces nos detenemos a dar una orientación o consejo porque dentro de nosotros mismos hace falta algo: trabajo, estudio, nivel económico. Lo que me decía este joven respecto a su hermano, es que le daba cosa seguirle compartiendo de La Palabra de Dios o testificar, precisamente por su situación laboral precaria.
Incluso hoy escuche de una situación de una pareja, donde sufren señalamientos constantes de la familia de la chica (inconversos) porque son cristianos y ellos no tienen derecho a opinar porque no tienen "equis" cosa, aunque estos mismos familiares se estén cayendo a pedazos y ya no la hayan donde refugiarse.
Decía el título de este post, precisamente porque hay momento donde "por no dañar suceptibilidades" optamos por decir una verdad a medias, según la wikipedia:
La corrección política o lo políticamente correcto es un concepto utilizado para describir lenguaje, ideas políticas o comportamientos con los que se procura minimizar la posibilidad de ofensa hacia grupos étnicos, culturales o religiosos.
Esto llega a ser preocupante puesto que al dejar de decir lo que se tiene que decir, se muestra un panorama difuso de la realidad en la que se está, entiendo que esto no quiere decir que seamos unos mentirosos enteros o unos honestos muy imprudentes; sin embargo se tiene que decir lo que se observa, puntualizando la amabilidad y sinceridad en ese mismo contexto del lenguaje.
Decir lo que es llega a ser complicado, personalmente he fallado a veces en decir lo que siento, porque no puedo expresarlo correctamente y eso deriva en diferencias, inconsistencias de las relaciones públicas y molestias finalmente. El estudio de temas al respecto y claro la búsqueda en Dios han sido esos pilares que han ido construyendo
un nuevo carácter en mi, aunque todavía falte.
Tenemos que expresar nuestro sentir, con la prudencia necesaria, con la sinceridad, pero sobre todo buscando la edificación de nuestros interlocutores y claro la nuestra, procurando el impacto positivo. Si "cacha" esto nuestra contra parte ¡excelente! y si no pues, ya será el momento, ya hemos cumplido con nuestra función.
Como lo dice el libro de "25 maneras de ganarse a la gente de John C. Maxwell": Nadie puede tratar de ayudar a otros sinceramente sin que al mismo tiempo se está ayudando a si mismo.
