miércoles, 4 de noviembre de 2020

No vamos a volver a la normalidad.

 Y no lo digo a manera de un profecía, decreto o falta de fe. Pero es evidente, ya nada va a ser igual.

He visto que bastante gente añora los días pre-pandemia (como en mi caso que hay quienes quieren volver a la iglesia física porque ya extrañan gente, yo la verdad ni tanto), reuniones de todo tipo y claro, les está matando el aislamiento y la imposibilidad de convivencia, por no decir también, que chocamos con la realidad propia de la que estábamos huyendo a través de escuela, trabajo, iglesia, etcétera.
Pero comprendamos nuevamente, ya nada será igual.
Por ahí en las noticias, de las cuales debemos no permanecer ajenos completamente, se mencionan de segunda ola, mutación del virus, algo que sin duda alguna en nuestro interior puede surgir un atisbo de preocupación muy válido a mi parecer. Lo cual hace pensar qué haremos ahora. Nuestro enfoque debe de ser cumplir nuestro propósito mientras estemos aquí.
Tu propósito no es añorar ni debe ser querer la vida de antes de la que te recuerdo ya te estaba dando flojera vivir.
Tu propósito debe ser mas que la diversión egoísta e impensable en éstos tiempos, porque la vida no está para vivirla con excesos, tu vida es para aprovecharla, porque si algo pasó este año, es que rompieron todas las agendas de todos.
Tu vida es para que el nuevo tú no sea un nuevo normal, sino un nuevo tú.



Nueva normalidad ¿Qué sigue en nuestras vidas?

  La "nueva normalidad" se refiere a los cambios en el estilo de vida y las prácticas cotidianas que han surgido en todo el mundo ...