viernes, 9 de septiembre de 2011

Cristianos Escuchando Música Secular; Una Segunda Opinión al Respecto


Link hacia el artículo original. http://www.enlacemusical.com/c.php?id=1591

 Por Blake Simpson

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• Artículo: Saliendo del Ghetto de la Fe Leí con muchísimo interés las observaciones de Marco Barrientos sobre la música secular [publicadas en otro sitio Web]. Antes que decir cualquier cosa, quisiera decir que tengo una admiración profunda por Marco, uno de los salmistas más ungidos, más eruditos y más compasivos en toda Latinoamérica.

Si me atrevo desafiar algunas de sus observaciones, quisiera que todo el mundo entienda que lo hago con altísimo respeto y amor. He tenido el honor de trabajar con Marco en su ministerio musical, y fue una experiencia totalmente agradable, y me quedé edificado y bendecido por la experiencia. Espero tener otra oportunidad de tocar y ministrar con él en el futuro.

Antes de comenzar, me importa afirmar algo clave que dijo Marco en su artículo: "Antes que nada, debemos considerar, que la actitud es más importante que la acción. En otras palabras, el porqué lo hacemos es mucho mas importante de lo que hacemos en si." Así Marco aclara que no hay decimosegundo mandamiento sobre qué uno debe y no debe escuchar.

Sin embargo, el rumbo general de su artículo rápidamente conduce hacia un mundo en el cual la única música de importancia es la de la Iglesia cristiana. Te toca a ti decidir cuál de estas opciones es la verdad.

Un anécdota que compartió Marco un día durante un congreso me sorprendió: Él dijo que el nunca se involucró en la música hasta después de su conversión. Así su trayectoria musical es primordialmente cristiana desde el principio.

En los casos de varios otros salmistas (por ejemplo, Juan Carlos Alvarado, Juan Salinas, Jaime Murrell, Torre Fuerte, Ron Kenoly), ellos llegaron a los pies del Señor ya con una experiencia musical formada, por lo menos parcialmente, fuera de la iglesia evangélica. Así fue mi experiencia, habiendo sido músico profesional por varios años antes de mi conversión.

Siendo un misionero norteamericano en Venezuela, he tenido la oportunidad de observar este debate desde ambos lados. Les puedo decir con total confianza que típicamente, el evangélico norteamericano estará más dispuesto a escuchar cualquier tipo de música sin preocuparse mucho por el hecho de que sea cristiana o no.

Diversos artistas tales como Amy Grant, U2, Michael W. Smith, Jaci Velásquez, Jars of Clay, King's X, P.O.D., y aun Alice Cooper [quien ya se confiesa Cristiano] han logrado oscurecer la percibida frontera entre "sagrado" y "secular."

Por otro lado, el evangélico latino -- bueno, dejemos que hablen las estadísticas de la encuesta: 61% respondieron que no, el cristiano no debe escuchar la música secular; 32% dijeron que sí, está bien; con 7% no decididos. Hay que preguntarnos a nosotros mismos si el evangélico latino será por eso más pío y santo que su equivalente norteamericano, o si será un asunto cultural.

En mi organización, Juventud Con Una Misión (JuCUM), declaramos en nuestros Valores Fundamentales que "no reconocemos una dicotomía entre lo espiritual y lo secular." Esto no es decir que no hay bien ni mal, sino que toda la creación es de Dios, que Satanás no posee la creatividad, y que ser una madre o un carpintero lleva el mismo valor que ser pastor o misionero.

No comemos comida "secular," no usamos ropa "secular," y no vivimos en casas "seculares." Dice Salmo 24:1, "De JEHOVÁ es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan." No es decir que toda cosa es santa, sino que Dios es el creador de todo, incluso de la creatividad, de las culturas, y de nuestras mentes.

Les quisiera animar a todos, a utilizar las mentes que Él nos dio; pero si no tienen ganas de analizar y pensar, lo mejor sería dejar de leer este artículo, porque estoy por volverme analítico.

Si comenzamos a dividir la música en categorías de "sagrado" y "secular," muy pronto vamos a encontrar dificultades. ¿Deben mis hijos cantar "Los Pollitos" o "Arroz con Leche"? (No mencionan a Dios.) ¿Debo escuchar la Noventa Sinfonía de Beethoven? (Beethoven no fue un cristiano.) ¿Debo escuchar "La Cantata del Café" de J.S. Bach (Bach fue cristiano, pero la composición no lleva mensaje espiritual.)

¿Qué si escucho el Jazz? (Usualmente no hay letra, pero el mismo artista podría ser o evangélico o drogadicto.) ¿Estaré en pecado si monto la buseta [subo al colectivo] y allí se escucha un Vallenato, o una Cumbia, o un Merengue, y no me tapo los oídos para no contaminarme? Cuand PUBLICIDAD

o veo las noticias por televisión, ¿debo yo bajar el volumen durante el tema introductorio? ¿Puedo cantar el himno nacional de mi país si no menciona a Dios?

De verdad, la historia de la iglesia cristiana está llena de controversia sobre la música (les recomiendo el libro Debate de la Música Cristiana Contemporánea por Steve Miller y Wisón Torres, Jr.[Editorial Unilit] para obtener una idea equilibrada de la trayectoria musical de la Iglesia cristiana.)

Resulta que lo aceptado hoy casi sin excepción fue condenado en el pasado. Himnos, instrumentos, ritmos, armonías, estilos, y aun intervalos musicales, todos pasaron etapas de rechazo antes de ser aceptados (gradualmente) por la iglesia.

Lo aceptado hoy en la iglesia latina (Marcos Witt, Steve Green) hubiese sido criticado fuertemente hace treinta años en muchas iglesias norteamericanas por el uso de la batería, la guitarra eléctrica, los sintetizadores y los "ritmos salvajes." La verdad, es que nosotros los salmistas norteamericanos luchamos durante muchos años para que fuera aceptada nuestra lengua materna musical, el "Pop" contemporáneo.

No luchábamos para ser controversiales, sino es que Dios estaba produciendo algo nuevo, pero la tradición es muy resistente a los cambios. Igualmente, yo anticipo que pasarán varios años antes de que sea muy aceptada la música Latina en la iglesia latina.

Ya llegamos a una dificultad que pocos de Uds. esperaban: Supuestamente estamos discutiendo si la música que escucha el cristiano debe ser "cristiana," pero el argumento resulta más complicado, como ya veremos.

¿De dónde provienen los estilos y ritmos que caracterizan la música cristiana? ¿Serán inventos cristianos? ¿O hemos fusilado (un venezolanismo que significa copiar) de los inconversos? ¿Cuántas generaciones de influencia musical se necesitan hasta que se vaya la influencia "mundana"? Si paramos ya de fusilar, ¿podremos mantenernos relevantes?

Tomaré la libertad de nombrar algunos ejemplos musicales conocidos entre cristianos latinos, simplemente para demostrar que si tratamos de divorciarnos completamente de cualquier estilo musical no lanzado por sellos cristianos, por artistas cristianos, nos encontraremos en un lío. Voy a comenzar con "Poderoso," por Marcos Witt. Esta canción lleva un estilo conocido como "Hard Rock" (rock duro) o aun "Heavy Metal."

El ritmo que toca Randall González en la batería es fuerte y pesado, y cuadra perfectamente con la declaración de la letra. El ostinato, tocado por guitarra distorsionada y bajo eléctrico, utiliza la escala pentatónica de "Blues." Me pregunto, ¿inventó Marcos Witt este estilo? ¿Le habrá llegado en un sueño?

Yo les sugiero que Marcos, aunque no escucha Led Zeppelin, de cierta manera ha asimilado este estilo de música, que tiene sus raíces en los "blues" de los negros norteamericanos, y los ritmos agregados por los rockeros británicos de los años 60 y 70. Vale, puede ser que Randall y Marcos aprendieron este estilo de otros cristianos (tal vez de Petra), ¿pero dónde lo aprendieron estos otros cristianos? ¿De aún otros cristianos? Eventualmente llegaremos a unos cristianos que se atrevieron a escuchar esta música "diabólica," y quienes "contaminaron" a sus hermanos en Cristo con el fruto de su "desobediencia." Mi pregunta pues es: ¿A qué punto se santificó el hecho de haber sido influido estilísticamente por la música no cristiana?

Igualmente, la cuestión se aplica a los estilos latinos. Juan Salinas compuso la canción quizás más conocida de Marco Barrientos, "Será Llena la Tierra." Dicha canción comienza con un montuno bien cubano en piano, combinado con un ritmo del Rock Latino. Podría ser un producto de la experiencia musical de Juan antes de su conversión. Así podríamos decir que: "sí, ¡se permite que la música secular sea de influencia, provisto que la escuchamos antes de llegar a ser cristianos!" (Durante una correspondencia que tuvimos, el Sr. Salinas me afirmó que, aunque hoy en día no le llama la atención la música secular, sin embargo no hay nada nuevo bajo el sol.)

Mientras tanto, cuando Marcos Witt canta el corito "Aleluya," el ritmo es lo del Songo, desarrollado por el gran baterista cubano Changuito en los años 70 con el grupo Los Van Van. Puede ser que el mismo Randall Gonzáles lo fusiló de otro cristiano (¿Alex Acuña?), pero eventualmente vamos a llegar a la Habana, donde el ritmo ciertamente no fue invento evangélico.

En su artículo, Barrientos sugiere tres motivos por los cuales se escucha la música no cristiana: (a) Porque me hace sentir bien, (b) Porque mis amigos la escuchan, y quiero estar como ellos, y (c) Para rebelarme contra los deseos de mis padres. No niego que estos tres factores pueden ser razones para escuchar cualquier música, pero el hecho de tratar de categorizar los motivos de escuchar cualquiera música así, de esa manera, nos podría poner en el peligro de juzgar a otros cuyas razones pueden estar más allá de estos tres.

¿Habrá una escritura que sugiera que la música debe ser desagradable? Si disfruto yo de las guitarras de Eddie Van Halen o de Eric Clapton, o de la trompeta de Miles Davis, reconociendo los dones estupendos que Dios les ha dado, ¿tiene que ser algo religioso? Si soy baterista, ¿debo ignorar los grandes tales como Phil Collins o Ringo, y escuchar solamente Álvaro López y Randall González? El gran baterista Vinnie Coliuta se convirtió hace pocos años, y toca ya en proyectos de Marcos Witt, Crystal Lewis y Ron Kenoly. ¿Por eso no importa ya su trabajo con Sting, con Celine Dion, con Jewel, con Frank Zappa (quien lo descubrió)? ¿Estará Dios llamándonos a este tipo de compartimentalización?

No tendríamos la música bien hecha (tal como se encuentra en tu librería cristiana preferida) si no fuera hecha por músicos profesionales. Para llegar a su nivel de pericia, casi todos estudiaron. Estudiaron la música coral. La música clásica. La música típica. La música terapéutica. (Cuando David tocó el arpa para ministrar al rey Saúl, no hay indicación ningún de que fuera música específicamente religiosa.) Y sí, directamente o indirectamente, la música popular.

Hoy en día tenemos -- siendo quizás la primera vez en la historia de la iglesia -- el lujo de poder disfrutar de cualquier estilo de música (Reggae, Salsa, Alternativa, Tecno, etc.) sin tener que buscarlos fuera de la librería cristiana. ¿Ya podremos por fin cerrarnos en la burbuja cristiana? ¿Qué pasa cuando venga el próximo movimiento musical? ¿Quién sale de la burbuja para recogerlo, para que no me contamine? ¿Mi baterista?

Bueno, ¿dónde marcamos la frontera? ¿Qué será lo que se permita que otros cristianos escuchen de la música "secular" y hagan el papel de "filtros espirituales," brindándonos los estilos musicales ya purificados y santificados? ¿O vamos a tomar la actitud que me compartió en una oportunidad Jaime Murrell? Él declaró que sí, escucha la música no cristiana, pero no para hacerle sentir bien. Jaime la escucha para aprender, así reconociendo el hecho de que no podemos vivir en un vacío cultural.

El cristiano maduro, especialmente el salmista, debe poder escuchar cualquier estilo válido de música (Jazz, Salsa, Rock, clásica, etc.) de manera responsable. La música no es un idioma universal. Sino, la música tiene varios idiomas entendidos por diversos pueblos. Siendo misionero, tuve que aprender algo de español para poder comunicarme con el pueblo latino. Si quieres compartir el evangelio con un fanático del Vallenato, mejor que aprendas el vocabulario de ese idioma musical; y si tratas de hacerlo escuchando puros vallenatos cristianos, fallarás mucho.

De hecho, los cristianos  debemos ser los de la vanguardia, punta de lanza, influyendo la música en general más que estar influidos. Y sí, por la gracia de Dios, lo hacemos de nuevo, como en los tiempos del creyente J.S. Bach. Un bajista cristiano en Los Angeles -- quien no voy a mencionar, porque el tipo es demasiado humilde -- ha sido responsable de llevar el evangelio a muchísimos músicos en esa ciudad. ¿Y cómo lo hizo? Vale, es que él no tiene miedo de tocar y grabar con Michael Jackson, conElton John, con Luis Miguel, donde se encuentran los músicos que necesitan las palabras de vida eterna. (La próxima vez que escuches el nuevo proyecto de Marcos Witt y estés disfrutando de los ritmos de Vinnie Coliuta, puedes dar gracias a Dios por los músicos cristianos que lo evangelizaron. En los estudios de Hollywood. Fuera de la iglesia.)

Mientras tanto, no hay valor en el autoengaño. El gran jazzista norteamericano (y cristiano) Duke Ellington siempre insistió que hay dos tipos de música: buena y mala. He escuchado "música" cristiana en las calles de Caracas que me produjo vergüenza de ser evangélico, y música hecha por no creyentes que me ha llevado a la presencia de Dios. Establecer reglas fijas y rígidas ("No escucharás ninguna música secular [a menos que no te guste]") es caer en el peligroso error de los fariseos (Colosenses 2:20-23).

Hace casi veinte años ya, cuando estuve examinando las afirmaciones del cristianismo, una cosa me asustaba: Era muy común que un nuevo cristiano quemara o destruyera toda su música secular como una especie de rito o ceremonia. Dios no me hablaba en ese tiempo de que música me gustaba o no, sino trataba con mi corazón al respeto a mis relaciones con otra gente, mis vicios (las drogas, los cigarrillos), etc. Sin embargo, la impresión que difundieron muchos cristianos fue la de una religión de reglas y prohibiciones.

Afortunadamente para mí, Dios trajo a mi vida un pastor universitario que tuvo un buen equilibrio. Él fue (y e PUBLICIDAD

s) uno de los mejores cristianos que he conocido en toda mi vida, y también le gustó la música de losBeatles. A través de su ejemplo, pude ver a los Beatles como una influencia creativa en vez de una influencia de estilo de vida.

Unos pocos años después Dios me mandó destruir mi colección completa de la música del grupo Steely Dan. No fue asunto de "sagrado contra secular," sino fue un asunto de idolatría: No pude disfrutar de otra música menos sofisticada. Un año después, vi, en una discotienda una colección usada de los éxitos del mismo grupo. "¿Puedo, Señor?" pregunté. "Adelante," me respondió El Padre. "Ya no te es un ídolo." Habiendo dejado que Dios tratara conmigo por la parte más profunda, ya puedo disfrutar de la música de Steely Dan sin enredarme en idolatría. Y aprendí algo de valor: El cristianismo no es un montón de reglas, sino es una relación con un Padre amoroso. El mundo no puede entender esto hasta que lo vivimos nosotros.

Necesitamos la cosmovisión bíblica, no la cultural formada por nuestros prejuicios. Cristo mencionó que cuando el hermano mayor del hijo pródigo se acercó a la casa de su padre, que "oyó la sinfonía y las danzas" (Lucas 15: 25). ¿Creemos de verdad que la música fue música religiosa? ¿"Ya Pertenezco a Cristo"? (¡Opino yo que debía ser el equivalente judío de "La Bamba"!) Los salmos tienen ejemplos específicos de melodías no religiosas para cantar los textos ("Los Lirios," "La Muerte del Hijo," "No Destruyas," "La Cierva de la Aurora," etc.)

¿Seremos nosotros más píos que los escritores de la Biblia? Músicos internacionalmente respetados tales como Juan Luis GuerraRichie Ray, y Bobby Cruz sirven al Señor con todo el corazón, tienen impacto impresionante entre los no creyentes, pero siguen cantando acerca de que llueva café en el campo y que agúzate, que te están velando. Entonces cantan ellos de Cristo, y, habiendo establecido sus credenciales musicales, tienen la atención completa de sus audiencias. ¿Serás tú el primero que lance la piedra? ¿Qué diría Cristo en cuanto a este debate? ¿Honestamente piensas que Él se pondría de parte de los hacedores de reglas?

Por favor, deseo que me entiendan. Hay música destructiva, nociva, malvada. La basura lanzada por "artistas" como Marilyn MansonEminem, y el Bloodhound Gang probablemente tiene efectos negativos aunque un joven latino no entienda la letra. Pero necesitamos discernimiento, no reglas. En inglés tenemos un dicho, "Que no botes el bebé al botar el agua del baño."

Si hacemos una frontera fija entre lo "sagrado" y lo "secular," tendremos que ser consistentes, ¿no? No ver películas no cristianas. No ver programas de televisión no cristianos. No leer periódicos ni libros no cristianos. "Pero," me dirás, "Barrientos decía que es la música la que nos llega directamente al corazón." Y sí, así lo hace (especialmente si está bien hecha.) ¿Pero no te pueden llegar igualmente al corazón mensajes de libros, películas, y otras fuentes no musicales? ¿Nunca has visto una película que te hizo llorar, ni leído un libro que te hizo reír?

Discernimiento. No reglas. La ley es para los inmaduros e insensatos. Cristo nos liberó para serlibres. No imprudentes, sino sabios. Dios nos está llamando más allá de las disputas y los argumentos.No les exijo que nadie esté de acuerdo conmigo. No digo que no hay música para que uno se puede asociar con un pasado sin Cristo, ni que no importa que música escuche una persona. No condeno a nadie que solamente escucha música cristiana. Pablo es muy claro al respeto de los de niveles diferentes de fuerza y fe (I Corintios 8:1-3), y también hay cristianos maduros cuyas preferencias no incluyen la música no evangélica. Pero ellos (los pastores y líderes) deben andar en el Espíritu en cuanto a los que Dios les ha entregado para discipular.

Las leyes y reglas de los hombres pueden tener efectos contrarios a los deseados, siendo piedras de tropiezo y produciendo rebelión donde no debe haber. Mientras tanto, si uno no puede escuchar*NSync o Ricky Martin sin que le produzca pensamientos o hechos pecaminosos, pues, debe dejar de escucharlos. Pero si lo puedes hacer sin problemas, podrías tú ser la persona indicada para compartir el evangelio con un fanático de *NSync, hablando de ellos de manera bien informada, inteligente, y con perspicacia espiritual.

El mundo se muere por falta de Cristo, no por falta de reglas. Que brindemos a Cristo al mundo, no siendo nosotros del mundo, sino estando en el mundo (I Corintios 5:10) para que la gente sepa que el cristiano no es esclavo, sino que es alguien que sí ha sido liberado.

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