Cada vez que pienso, digo y reflexiono el por qué de las conductas destructivas en los seres humanos, es cuando siento más la necesidad de buscar de Dios para no perderme en el proceso de mi crecimiento espiritual.
Hace unos días estuve escuchando una predica que hablaba de que "no hay que orar por todo" obviamente eso se presta a bastantes controversias ya que mucho hemos desarrollado y visto que una vida de oración da resultados dependiendo de los tiempos de nuestro Señor.
Pero algo que aprendí es que parte de los que hacemos en nuestra vida contidiana tiene consecuencias nefastas si no hacemos lo que nos corresponde, es como decir, te pones a orar para no caer en una barranca pero caminas vendado de los ojos, o también el orar que no vas a chocar pero siempre te saltas los semáforos en rojo sin respetar esos señalamientos.
Pasa igual cuando uno desea la bendición para su vida, el ejemplo tan claro lo tenemos al principio del libro de Josue más específico en Josué 1:7
Josué 1:7
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
¿Qué nos dice el fragmento anterior? Menciona que para tener éxito, hay que seguir a la ley, no hay que ponernos de legalistas y/o religiosos y decir que no comamos carne de puerco porque seremos más pecadores, si no que hay cosas que debemos de respetar para tener una vida de éxico y bendición. El honrar a tus padres, amar a Dios sobre todas las cosas entre otras más nos lleva a vivir con la seguridad que el Señor tiene el control de toda situación de nuestra vida.
Asi que pues bueno, no nada más te dediques a orar y a orar, haz tu parte del trato, las promesas de Dios no son incondicionables. Aléjate de aquello que no te edifica, construye sobre la roca y estarás en firmes cimientos.
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