El hecho de querer hacer las cosas todas perfectas es una excelente barrera para crear estándares inalcanzables o metas con un alto costo de insatisfacción y sosiego. Más aún, luego es el pretexto perfecto para no hacer las cosas.
Además, la búsqueda obsesiva de la perfección puede llevar a una mentalidad de "todo o nada", en la que los errores son vistos como fracasos totales en lugar de oportunidades de aprendizaje. Esto puede llevar a una gran cantidad de auto-crítica y autodesprecio, lo que puede dificultar la conexión emocional y la empatía hacia los demás.
Por otro lado, la aceptación de la imperfección y la apertura a la vulnerabilidad pueden llevar a una mayor conexión emocional y a relaciones más profundas y auténticas. Al estar dispuesto a mostrar nuestras imperfecciones, podemos crear un espacio seguro para que los demás hagan lo mismo y construir relaciones basadas en la aceptación mutua y el apoyo emocional.
Tenemos la elección de hacer o no hacer algo. Pero cuando se presente la oportunidad de aprender algo nuevo, aviéntate. Hazlo por hacerlo, no importa si te quedará bien o no. No hay situaciones buenas o malas, solo hay aprendizaje. La búsqueda obsesiva de la perfección puede llevar a un corazón cerrado y a la dificultad de conectar emocionalmente con los demás. Sin embargo, la aceptación de la imperfección y la apertura a la vulnerabilidad pueden llevar a relaciones más auténticas y significativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario